Colchones Blandos

Sentirse como si durmiera entre algodones. Tumbarse, cerrar los ojos y notar como si le abrazasen. ¿Alguna vez ha sentido algo así? Pues esa es la sensación que tendrá durmiendo en uno de nuestros colchones blandos.

Los colchones blandos se adaptan perfectamente al cuerpo, favoreciendo un sueño sin interrupciones. Además, reducen los puntos de presión en la superficie corporal. Es decir, gran parte del cuerpo está apoyado sobre el colchón y el peso se reparte al máximo sobre la superficie. Por eso, los colchones blandos son muy recomendables para personas adultas con poco peso o que pasan mucho tiempo en la cama. Así, es importante que a la hora de elegir un colchón tengamos presente la edad y el peso, ya que los colchones blandos no son nada recomendados para bebés, jóvenes o personas con mucho peso.

¿Y para personas calurosas? Si lo que le preocupa es el calor, algunos de los colchones blandos tienen cara de verano-invierno. Esto significa que por un lado cuentan con tejido de algodón y lino y, por otro, son colchones con tejido de lana, para que pueda escoger según el periodo estival.

Además los colchones blandos son los más indicados para aquellas personas que tienen la costumbre de dormir de lado o en posición fetal, ya que los hombros quedan adaptados en una posición cómoda que facilitará el sueño.

Y aunque pueda sorprender los colchones blandos, sobre todo si se tratan de colchones de látex, también son ideales para somieres articulados por su excelente elasticidad. Por eso, muchos colchones articulados tienen una firmeza baja, ya que de este modo se adaptan sin problemas al movimiento, sin provocar dobleces o pliegues y manteniendo su confort en cualquier posición.

Y es que es fundamental, no olvidar que nos pasamos casi un tercio del día en la cama, por lo que la elección del colchón perfecto dependiendo de nuestras necesidades es vital para el bienestar de nuestra espalda, evitando dolencias.