Cómo elegir un nórdico. Acierta con tu elección

El invierno se acerca y el frío comienza a aparecer. En las calles los jerséis y las chaquetas ya ocupan la mayor parte de los atuendos, pero ¿y en casa? Cómo vestir tu cama para sentir ese calorcito ideal para dormir. Cómo elegir un nórdico que te dé calor y confort y además te dure mucho tiempo. La importancia de escogerlo bien es fundamental. Así que si todavía no sabes cómo elegir un nórdico, no te preocupes, todavía estas a tiempo de preparar tu cama para el invierno. ¡Atento!

Lo primero que debes tener en cuenta para saber cómo elegir un nórdico es qué es un nórdico. Normalmente un nórdico está compuesto de dos partes: el relleno y la funda. La elección de uno u otro deberás tomarla en base a tus necesidades y al clima de tu ciudad. No es lo mismo un lugar húmedo cerca del mar que uno seco en las montañas.

Así, para los climas fríos y húmedos es aconsejable un gramaje superior a 200 g/m2 y en los suaves es suficiente con unos 100 g/m2. Los modelos más habituales son: 400 g/m2 para climas de montaña y 250 g/m2 para ciudad.

El diseño del edredón es tan importante como el relleno para asegurar su confort. El mejor es el sistema denominado “kasetten”, que divide al nórdico en cuadrados amplios. Así se crean cámaras de aire que aumentan su poder aislante con una distribución homogénea del relleno, evitando zonas vacías sin plumón.

Características para saber cómo elegir un nórdico

CALIDEZ Y LIGEREZA

A veces no nos paramos a pensar en la importancia que tiene el peso de los nórdicos a la hora de dormir. Es decir, buscamos un nórdico calentito sin fijarnos en que su relleno, además de ser grueso para que nos aporte calor, debe ser ligero para que no sintamos que nos aprisiona.

Así que cuando nos paremos a decidir cómo elegir un nórdico tenemos que tener claro esta premisa: Que dé calor y que no pese mucho.

Por eso es tan importante escoger el gramaje justo y necesario, según el clima de tu zona. El objetivo principal del edredón es evitar la entrada de frío y conservar el calor, y esto sólo se consigue con un adecuado poder aislante. Este factor depende, principalmente, de la calidad del material del relleno y de la cantidad de relleno empleada. A mayor cantidad, más poder aislante.

CÓMO ESTÁ HECHO EL NÓRDICO

Si antes hablábamos de que el peso del nórdico es muy importante y muchas veces no lo tenemos en cuenta. Ahora añadimos otro factor para saber cómo elegir un nórdico: el tipo de confección. Y es que, para asegurar el poder aislante, es fundamental la formación de cámaras de aire dentro del edredón. Las cámaras de aire hacen que el relleno nórdico se reparta de forma proporcionada por toda la superficie y no se formen zonas vacías. El tipo de confección que mejor divide el interior del edredón nórdico y las cámaras de aire es el que tiene el sistema de cosido en forma de cuadrados amplios.

MEDIDAS

Las medidas para cada cama son estándar, aunque pueden variar ligeramente si uno decide que quiere un relleno más ancho de lo normal o si lo quiere más largo. Para determinar la longitud del edredón nórdico deberás tener en cuenta las medidas de tu cama, pero también tu propia estatura y si te mueves mucho o no mientras duermes. Por ejemplo, si eres de las personas que se mueve mucho durante la noche, lo mejor es que apuestes por un edredón nórdico bastante largo y ancho para asegurarte de que no te destapas.

Así, para una cama de 90 cm podemos utilizar el de 105 cm y caerá un poquito más por los lados. Igualmente, en una cama de 135 cm podemos colocar uno de 150 cm para que caiga más por los lados o bien, ponerlo invertido para que quede más largo por los pies y la cabeza.

MATERIALES

Por último, otro punto a tener en cuenta para saber cómo elegir un nórdico es el material. Entre los materiales con los que se fabrica el relleno de un nórdico están: los naturales y los sintéticos.

El plumón o la pluma (natural) es ligero y abrigado por lo recoge muy bien el calor, aislando sin pesar. Sin embargo, su precio es elevado. Pero ¡no te asustes! Hay opciones más económicas como el relleno de mezcla plumón y pluma, que incluye la caña intermedia. Es un poco más pesado y no tan suave, pero aún así suele dar muy buen resultado.

Este tipo suele tener un precio más elevado, pero también tiene una durabilidad mayor.

Si tienes claro que tu presupuesto es limitado, también hay una opción para ti. Los rellenos sintéticos de poliéster, microfibra u otros materiales han avanzado mucho en estos últimos años. Ahora puedes encontrar un relleno sintético con un tacto muy similar al plumón y un aislamiento de calidad.

Ahora que ya sabes cómo elegir un nórdico, debes tener en cuenta como cuidarlo para que te dure el mayor tiempo posible. ¡Es súper sencillo! Tan solo tienes que acordarte de airearlo a diario para eliminar la humedad que hayan podido acumular y limpiarlo antes de guardarlo para que se conserve en perfectas condiciones y esté listo para el año que viene.

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