Cómo elegir almohada y no arrepentirte luego. ¡Es muy fácil!

El descanso es esencial ya no solo para afrontar los días, sino también para pensar con claridad, reaccionar rápido y asentar la memoria. La calidad del sueño sí importa. Hace que estemos más activos y mejora nuestro estado de ánimo. Y tan importante es un buen colchón para conciliar el sueño profundo, como el tipo de almohada que elijas. En varias ocasiones hemos hablado de cómo elegir el mejor colchón o qué tipo de colchones son mejores según las características personales. Pero hasta ahora no le habíamos dado a las almohadas la importancia que se merecen. Y es que seguro que en más de una ocasión te has preguntado qué puntos debo tener en cuenta para saber cómo elegir almohada.

La respuesta breve a esta pregunta sería, quédate con la almohada que mantenga alineada la que cabeza, el cuello y la columna vertebral. Porque así te asegurarás de que mantienes una postura adecuada de la columna, de forma que los músculos están relajados y la respiración es correcta.

Pero lo cierto es que no es tan sencillo. Porque a pesar de que a simple vista parezca que todas las almohadas son iguales, quizás unas más blandas y otras más duras, la realidad es que, para saber cómo elegir

una almohada, debes conocer primero que existen diferentes tipos de almohadas según la posición y el material del que están hechas.

Esto significa que no a todos nos sirve la misma almohada, sino que debemos estar seguros de cómo dormimos para tener claro cómo elegir almohada. Así, evitaremos malas posturas que se traducirán en dolores de cabeza, de espalda, de cuello, de hombros… y, además, conseguiremos estar más activos. ¿No tienes claro todavía cómo elegir almohada? Sigue leyendo.

Cómo elegir almohada según la forma de dormir

Encontrar la postura más relajada a la hora de dormir ayudará a aliviar la tensión acumulada durante todo el día en la zona del cuello y de los hombros. Normalmente, buscamos la forma más cómoda, y esta puede ser boca arriba, boca abajo o lateral. Así que, si ya sabes cuál es tu preferida, descubre cómo elegir la almohada perfecta.

Si eres de los que duerme boca arriba, lo ideal es una almohada delgada que asegure que el cuello y la espalda formen el mismo ángulo que al estar de pie, es decir, estén totalmente alineados, de manera que la columna vertebral permanezca recta.

Aunque dormir boca abajo no es la postura más recomendable porque puede afectar a la espalda y al cuello, si eres de los que adopta esta postura, lo mejor es que apuestes por una almohada plana y suave.

Quizás tu forma de dormir sea lateral, es decir, apoyado sobre un hombro. Entonces elige una almohada gruesa para que el cuello se mantenga en el eje de la columna.

Y si no sabes qué postura es la tuya, porque durante la noche te mueves mucho, opta por una almohada de plumas (con relleno natural). Su flexibilidad hará que se adapte a todas las posiciones de tu cuerpo.

Cómo cuidarlas:

1. Airea la almohada habitualmente

2. Dale la vuelta a menudo

3. Apuesta por una almohada lavable

4. Usa una funda de protección lavable

5. Lo más importante es secar bien la almohada

Cuáles son los materiales más habituales y cómo influyen

El relleno de la almohada es lo que determina su confort, sus beneficios y también su vida útil. Por eso a la hora de saber cómo elegir almohada es importante tener en cuenta los materiales de los que puede estar hecha.

▷ Almohadas viscoelásticas

Se consideran la mejor opción, especialmente si no tienes claro cómo elegir almohada, ya que se amolda perfectamente al cuerpo sin importar la postura que utilices al dormir. Además proporcionan un gran alivio de la presión en los puntos de apoyo, adaptándose a tus movimientos durante el sueño. Así que es ideal si tienes problemas de cuello, mandíbula u hombros. ¿Lo mejor? Que mantienen su forma durante años y son hipoalergénicas. Tener alergia o asma, no será un problema.

▷ Almohadas de látex

Al igual que las almohadas viscoelásticas, las almohadas de látex son perfectas para personas alérgicas, ya que son resistentes a la humedad. Su elasticidad y resistencia hacen que se adapten perfectamente a la forma de la cabeza y el cuello. Eso sí, pueden resultar bastante pesadas y, si el precio tiene un papel fundamental para ti a la hora de elegir la almohada, quizás te parezcan un poco caras.

Mejor una almohada dura o blanda

Al igual que los colchones, las almohadas también pueden ser duras o blandas. Realmente no hay una mejor que otra, sino que depende del confort y la postura utilizada al dormir para saber cómo elegir almohada y no equivocarte.

La anchura de la almohada debe superar la de tus hombros. En cambio, su altura o grosos varía según la postura en la que duermas.

Las almohadas blandas o bajas (10 cm) soportan la cabeza y la parte superior de los hombros. Son adecuadas para quienes duermen boca abajo, y también para los niños pequeños.

Las almohadas acolchadas o medianas (12-13 cm) soportan la cabeza, el cuello y la parte superior de los hombros, proporcionando un confort muy maleable y acogedor, ideal para los que duermen de costado o boca arriba porque envuelve delicadamente la cabeza.

Para los más robustos son mejores las almohadas firmes y para los más pequeños las almohadas blandas o acolchadas.

Las almohadas firmes o duras (15 cm) resisten a la presión del peso de la cabeza y aporta un buen soporte al cuello. Por eso son ideales para quienes duermen de lado, ya que mantienen la cabeza y el cuello bien alineados con el eje de la columna.

Ahora ya sabes que no solo existe un único tipo de almohada, sino que nuestras características y la forma de dormir son determinantes para saber cómo elegir almohada.

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