Ya huele a verano. Después de días frescos, de noches donde una chaqueta o rebeca no sobraba, los termómetros comienzan a subir. Y es entonces cuando la calidad de nuestro sueño se ve resentida. Empezamos a dar vueltas en la cama y no conseguimos conciliar el sueño por culpa del calor.
El calor es una de las principales causas de insomnio en verano. Los expertos sitúan el “umbral del sueño” entre los 22 y los 24 grados por lo que cuando las temperaturas nocturnas superan este nivel, como es el caso durante las olas de calor, resulta difícil conciliar el sueño. Pero, ¿cómo combatir el calor para dormir bien en verano? ¿Es recomendable dormir con el aire acondicionado encendido toda la noche? ¿Cuál es la temperatura ideal aire acondicionado en verano para dormir?
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Recurrir al aire acondicionado es una alternativa muy tentadora, aunque no la única. Sin embargo, un mal uso del aire puede llevarnos no solo a un mal sueño, sino a posibles problemas de respiración o los típicos constipados.
Hasta un 20% de los cuadros catarrales que se producen en esta época estival se producen a causa del uso inadecuado del aire acondicionado.
Pero no te asustes, porque dormir con el aire acondicionado no es perjudicial para la salud siempre que se regule el termostato a la temperatura adecuada. Y cuál es esa temperatura, es decir, cuál es la temperatura ideal aire acondicionado en verano para dormir.
Lo recomendable es tener una temperatura interior de entre 24ºC y 27ºC. Como es lógico, tener una diferencia de temperatura con el exterior superior a 12ºC no es saludable.
Pero tan importante es conocer la temperatura ideal aire acondicionado en verano para dormir, como el uso que se hace del equipo. Detalles como cambiar el filtro cada cierto tiempo siguiendo las recomendaciones del fabricante o instalar el aparato de aire acondicionado de forma que el flujo del aire no se dirija directamente hacia la cama, pueden mejorar la calidad del aire y con ello el sueño. Aunque creas que vas a derretirte por el calor, no caigas en la tentación. Recibir un flujo constante de aire frío durante toda la noche no es saludable ya que podemos sufrir un choque térmico que se traduzca en enfermedades de garganta.
al dormir nuestro cuerpo apenas consume energía y que el propio metabolismo reduce nuestra temperatura corporal, por lo tanto, la temperatura ideal aire acondicionado en verano para dormir no debe ser muy baja.
Pero como hemos comentado antes, no es la única solución para afrontar las calurosas noches de verano. Colocar un ventilador enfocado hacia la ventana para evitar la entrada del calor, dormir ligeros de ropa y lo menos tapados posibles, beber agua fresca y cenar ligero, incluso darse una ducha con agua templada antes de meterse en la cama pueden ayudar a conciliar el sueño.
Ajustar el termostato a una temperatura inferior a la deseada, no logrará que el equipo enfríe más rápido. De hecho, la consecuencia más directa será generar un gasto innecesario de electricidad y un mayor consumo económico.
En definitiva, como en la gran mayoría de los casos, todo en exceso es malo. Al dormir, la temperatura del cuerpo desciende (en torno a las 5 de la mañana es cuando dicha temperatura se encuentra más baja). Por ello, al condicionar la habitación por la noche, hay que intentar no ser muy drásticos con la temperatura. La temperatura ideal aire acondicionado en verano para dormir oscila aproximadamente entre los 24, 25, 26 o 27 ºC, en función de las condiciones exteriores. Este rango te proporcionará el confort térmico deseado sin repercutir en un consumo excesivamente elevado.
Eso sí, no podemos hablar de horas exactas a las que sea mejor encenderlo como tal. La clave consiste en hacer un uso racional de nuestro equipo y utilizarlo cuando sea necesario.
Sabías que…
Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos por el NIH (National Institutes of Health) puso de relevancia otro curioso beneficio. Tras estudiar el sueño de una serie de casos, los investigadores se percataron de que al dormir con una temperatura inferior manteniendo siempre unos mínimos de confort (es decir, cuando dormían con el aire acondicionado activado), los participantes incrementaban ligeramente su porcentaje de la conocida como «grasa marrón».
Este tejido adiposo, que se encuentra en una proporción muy pequeña en el cuerpo humano adulto, posee múltiples beneficios ya que ayuda a eliminar el azúcar en sangre, a quemar calorías, amén de otras virtudes a largo plazo.
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